Desmitificamos uno de los puntos más controversiales entre los operarios de obras: ¿por qué la colocación del tornillo de fijación puede ir en la cresta o en el valle? ¿Qué hay que tener en cuenta?
En el mundo de la construcción existe una controversia en tanto a la fijación en cubiertas: la posición de colocación de los tornillos. Hay un grupo que lo cree correcto en la cresta de la chapa y otro que lo trabaja en el valle. Lo cierto es que ambos usos son correctos, pero tienen diferencias. A continuación te lo explicamos en detalle.
La importancia del tornillo
El comienzo es el tornillo de fijación hexagonal. Barbieri y TEL comercializan muchos modelos para distintos usos, y todos de calidad garantizada. Lo importante en la elección del tornillo en tanto a la fijación de cubiertas es la utilización de arandelas. Éstas, anexadas al tornillo en fábrica o utilizando una suelta de material vulcanizado, en conjunto al torque correcto del atornillado son fundamentales para generar la presión justa que garantiza la fijación de la chapa y evitar problemas. Una mala colocación de tornillo podría generar varios problemas en la vivienda: sería posible romper la arandela de PVC por torque excesivo y generar filtraciones; provocar pérdida del prestigio del material a corto plazo, en caso de que se deje expuesta la arandela; incluso, el no colocar con el torque adecuado los tornillos, también podrían generar pequeños movimientos de la chapa en ese techo.
¿En la cresta o en el valle?
Ambos usos, llevados adelante de buena manera, son correctos.
Dicho esto, vale recalcar que si se realiza una mala colocación en la cresta de la chapa se pueden generar hendiduras y, por ello, filtraciones o vibraciones por cargas de vientos. En cambio, una colocación realizada correctamente no tendrá ningún tipo de inconveniente. Incluso, para evitarlos, se pueden utilizar materiales extra (aunque esto significa un costo adicional tanto en productos como en mano de obra para su ejecución).
Cuando se coloca en el valle muchos creen que se pueden generar filtraciones (ya que se está colocando un tornillo en la misma canaleta donde pasa el agua), pero lo cierto es que con la utilización correcta de materiales y torque, esto se puede evitar y su uso se puede potenciar.
Al utilizar tornillos con arandelas en el bajo cabeza (una arandela casi pegada al vástago del tornillo y otra en el extremo de la misma generando compresión y contención), si se ajustan con la potencia indicada por el proveedor, se genera el mismo sellado que en la cresta. Este método, además, podría producir que la chapa funcione como un diafragma de rigidización en la estructura. Este último aspecto debe concebirse en el cálculo estructural (por el calibre de la chapa y la cantidad de tornillos adecuados).
Resumen: ¿cuál es el correcto?
Ambos usos, en colocaciones bien hechas, son correctos y pueden funcionar sin problemas. Sin embargo, la colocación en el valle puede tener un beneficio extra además de la fijación, que es el funcionamiento como diafragma de rigidización de la estructura: esto se debe a las características de ciertos tornillos con arandelas y a la cercanía de la chapa con la estructura (no ocurre así en la colocación en la cresta, y por eso no es posible).
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