La construcción con steel framing brinda sustanciales ventajas respecto de la obra húmeda, pero también requiere un abordaje diferente.
Si bien toda obra necesita pasar por las etapas de anteproyecto y proyecto ejecutivo, una realidad establecida en nuestro país desde hace bastante es que en la construcción húmeda pocas veces se realizan esos pasos. Muchos temas se dejan para “definir en la obra”. Así, se admiten modificaciones de ubicación y tamaño de aberturas, ubicación de sanitarios e inclusive modificaciones de la planta de arquitectura.
Esto se debe a que el comitente muchas veces no define sus necesidades, el profesional no puede realizar un proyecto concreto, y esto se traslada a la obra, lugar en el cual se definen muchos temas, con las consiguientes vueltas atrás y cambios sobre la marcha, que generan retrasos, gremios que no pueden avanzar y deben retirarse de la obra, etc. Esto redunda, en definitiva, en mayores costos para el propietario.
El steel framing requiere de un proyecto definido hasta el más mínimo detalle. Deben definirse los niveles de piso terminado, y esto implica que también hay que definir los materiales de los solados, los tamaños exactos y las ubicaciones de las aberturas, el nivel de cielorraso requerido, etc. Esto lleva a tener que invertir más tiempo en la ejecución del proyecto, pero luego asegura una obra fluida, en la cual las tareas se van sucediendo de acuerdo a lo planificado.
En una obra en steel framing existe la posibilidad de realizar cambios “sobre la marcha”, pero el comitente tiene que ser consciente que dichos cambios, además de costos adicionales, implicarán retrasos en el plan de trabajos original.
Las obras en steel framing son exactas, es decir, no existe una tolerancia apreciable en las medidas de los paneles, ya que sólo se admiten discrepancias de 1 mm en más o en menos. Esto, que parece algo inalcanzable, es fácilmente obtenible al trabajar con perfiles cuyas dimensiones son estables y los métodos de corte exactos.
El punto más crítico es el apoyo de los paneles en la platea de fundación. Esta última puede colarse a veces sin tener en cuenta la superficie de apoyo de los paneles, resultando en desniveles de 1 cm o más entre diferentes puntos. Esto es inadmisible para el steel framing, ya que los paneles deben apoyar en la platea para permitir el pasaje de cargas por contacto.
El problema de la falta de nivel debe ser solucionado mediante la construcción de fajas de nivelación, carpeta de nivelación o colocación de morteros autonivelantes. Si esto no se dejó previsto en el proyecto, es probable que los niveles de cielorraso libre sean diferentes a los pactados.
En la obra húmeda, cualquier diferencia de nivel o plomo se soluciona “cargando” los revoques. Esto genera un mayor consumo de materiales, lo que ocasiona desvíos en los costos. En el steel framing no existe esta posibilidad, y por lo tanto los cómputos de materiales se asemejan a los consumos reales.
En definitiva: los tiempos invertidos en el proyecto de una obra de steel framing se recuperan con creces durante la etapa de construcción, reduciendo además los costos por la disminución de desperdicios. Esto es algo que se debe considerar a la hora de comparar costos entre la construcción en ladrillo y el steel framing.