Mucho es lo que se comenta respecto a la implementación del etiquetado energético de viviendas, pero vos, ¿sabes exactamente qué es esto? No te preocupes, ¡en este post te contamos de qué se trata!
La producción y el uso de la energía suponen la principal causa, junto con el transporte, de las emisiones de gases de efecto invernadero, gases responsables del cambio climático.
Por ello, una de las formas de actuar para limitar e impedir sus gravísimas consecuencias ambientales, sociales y económicas, relacionadas con el aumento de temperatura, subida del nivel del mar y disminución de precipitaciones, entre otras, consiste en reducir el consumo energético.
El “Plan Nacional de Eficiencia Energética en Argentina” es un proyecto financiado por la Unión Europea y está dirigido hacia tres sectores seleccionados por su relevancia energética, social y ambiental: el sector industrial, el residencial y el transporte.
En el siguiente cuadro se muestran los datos provistos por la Secretaría de Energía de la Nación, respecto al consumo energético de los distintos sectores del país.
Un edificio es más eficiente energéticamente que otro si, para alcanzar un mismo grado de confort, consume menos energía primaria exterior: es decir, la energía que proviene de la naturaleza.
El Plan Nacional de Eficiencia Energética en Argentina tiene para el sector residencial tres aspectos importantes:
Este último ítem es el que nos permite calificar una vivienda en términos de consumo energético y nos da información de cuánta energía va a consumir en KWh/m2. Esta calificación se ve plasmada en la llamada “Etiqueta de eficiencia energética”.
La etiqueta, similar a la etiqueta que se encuentra en los electrodomésticos, es un documento en el que figura la Clase de Eficiencia Energética de una vivienda en una escala de letras desde la “A” hasta la “G”, cuantificando la energía que se utiliza para calefacción en invierno, refrigeración en verano, agua caliente de uso sanitario e iluminación.
Cada etiqueta energética se valora en una escala de calificación energética compuesta de siete letras correlativas, de la A a la G, siendo A la mejor calificación y G la menos eficiente. Existen siete clases de eficiencia, identificadas por un código de colores y letras que van desde el color verde y la letra A para los más eficientes, hasta el color rojo y la letra G para los menos eficientes.
Esta calificación se aplica siempre a inmuebles destinados a viviendas, tiene una validez de 10 años máximo y es elaborada por un Certificador de Eficiencia energética idóneo en el tema.
La etiqueta debe ser solicitada para su presentación y registración en las escrituras traslativas de dominio. Ante la falta de presentación, se asume Clase de Eficiencia Energética G.
Los factores de la vivienda que inciden en la etiqueta son:
La Nación es la que establece los lineamientos fundamentales del sistema de Etiquetado de Viviendas y genera las herramientas necesarias para su implementación en todo el territorio nacional. Las provincias, por su parte, son las encargadas de la institución, gestión y registro de las Etiquetas en sus jurisdicciones en el marco de sus facultades. Finalmente, los municipios pueden utilizar el instrumento para su planificación urbana, modificando o adaptando sus códigos de edificación y definiendo exigencias.
En octubre de 2019 la provincia de Santa Fe fue la primera en sancionar la Ley Provincial 13903 “Etiquetado de Eficiencia Energética en inmuebles destinados a vivienda”. En la actualidad, la misma es obligatoria en dicha provincia, pero aún carece de un Decreto de regulación.
Hacia fines de 2019 fue publicada una nueva edición de la norma IRAM 11900, cuyo objetivo es la unificación a nivel nacional de los criterios de evaluación y calificación energética de viviendas para la aplicación de políticas públicas de ahorro de energía. En la actualidad, la aplicación de dicha norma no es obligatoria.
Para obtener la etiqueta energética se pueden seguir los siguientes pasos.
El steel frame (así como la construcción en seco en general) tiene un menor impacto ambiental que la construcción húmeda, y puede considerarse un sistema constructivo sustentable.
En nuestro país, la energía que consumimos proviene mayormente de la quema de combustibles fósiles. Elegir un sistema constructivo de alta eficiencia energética como el Steel Frame ayuda a reducir el consumo de los mismos, bajando las emisiones de dióxido de carbono y el impacto sobre el efecto invernadero.
¡Como empresa, consideramos que nuestro rol es fundamental para construir un mundo sustentable!
Si querés saber más sobre el etiquetado energético, escribinos.